domingo, 28 de febrero de 2010

Recuerda, maestr@

Recuerda que la frágil memoria de las mentes de tus alumnos, olvida fácilmente lo aprendido.
Pero la firme memoria de sus corazones retiene de por vida lo sentido y lo vivido.
Si quieres educar, no pongas el acento en cargar sus mentes de conocimiento.
Llena más bien los corazones con valores y vivencias.
Recuerda que produces más calor encendiendo una cerilla que hablando sobre el fuego.
Que iluminas más encendiendo una vela que describiendo al Sol.
Si quieres educar, no impongas caminos obligando; muestra tus ideales caminando.
No ahogues con el peso de normas y preceptos.
Recuerda que los docentes no educan sin amar; por tanto, ama a tus alumnos como son.
Y no olvides...
Si amas y vives en la autenticidad educas sin proponértelo.
Si no amas y no vives de verdad no educas aunque te lo propongas.